domingo, 9 de mayo de 2010

ANÁLISIS DE CONTENIDOS

A través de este blog hemos intentado abarcar la mayor información posible del deporte en las civilizaciones antiguas, tocando múltiples fuentes de información casi todas a través de apuntes de la asignatura e internet, las cuales han sido registradas con los enlaces para cualquier consulta a estas.
Hemos intentado desarrollar amplios contenidos de cada una de las civilizaciones y sociedades primitivas, así como acercarnos al que pudo ser el primer deportista de la historia, para empezar a tratar el tema del deporte desde su nacimiento e incluso haciendo mención en algunas de las publicaciones a la actualidad, pero siempre abarcando como eje fundamental del blog el deporte el los pueblos primitivos.
Espero que el blog sirva de orientación y aclaración para todo aquel que quiera visitarlo y también que sirva para su disfrute.

EJEMPLOS DE DEPORTES EN ALGUNAS SOCIEDADES Y CIVILIZACIONES PRIMITIVAS

LOS ABORÍGENES AUSTRALIANOS:

Entre los deportes que practicaban destacan algunos como el lanzamiento de venablos de caña, el "Mungan-Mungan" en el que se trataban de de arrebatar una vara pintada que simbolizaba una muchacha, el Prum que se jugaba en un campo llamado "puya" en el que se realizaba una batalla campal.

LOS ESQUIMALES:

Solían practicar juegos duros y rudos como el "Ungatanguarneg" que era una lucha entre dos tratando de torcer el cuello del contrincante, lanzamiento de arpones sobre aros camuflados en árboles y una especie de fútbol y de béisbol sobre lagos helados.

MESOPOTAMIA:

En Mesopotamia se dieron condiciones geográficas para que aparecieran las primeras grandes ciudades, las primeras grandes sociedades organizadas; el cultivo de regadío gracias a un cierto control sobre las aguas de los ríos y, con todo ello, aparece también la escritura hacia el 3400 a.C. Escritura en tabletas de arcilla llamada cuneiforme (incisiones oblicuas hechas con una caña sobre el barro de las tabletas).

Gracias a las tabletas de arcilla, las inscripciones en piedra, algunos bajorrelieves y esculturas, las figurillas de terracota (barro) y de metal, tenemos alguna información (escasa) sobre el deporte de Mesopotamia a lo largo de su extensa historia de tres milenios.

Lo más destacable en cuanto a su relación con el deporte es un texto que recoge el entrenamiento de los caballos para las carreras. Este texto es de mitad del II milenio y corresponde a los hititas (un pueblo del norte, indoeuropeo, que consiguió dominar la región formando un imperio en parte del II milenio a.C.). Es conocido como 'texto Kikuli' que podía ser el intendente de la caballería del rey. En él se narra día a día y detalladamente el entrenamiento y cuidado de los caballos en su preparación para las carreras de pista, tirando de un carro.



Comienzan, así, en la historia del deporte, las carreras de carros, que no dejarán de celebrarse con pasión, pasando de unas zonas a otras, como tomando el relevo de la historia, hasta la caída de Constantinopla en poder de los turcos en el año 1453 de nuestra era. Es una historia de carreras de caballos de 3.000 años: Mesopotamia primero, después Grecia, después el circo romano y por último Bizancio.

Fue un deporte paramilitar, relacionado con lo militar. El caballo no se domesticó por el hombre hasta el II milenio a.C. en esas llanuras mesopotámicas, e inmediatamente se le utilizó en la guerra, tirando del carro de combate, mucho antes de que se le utilizara montándolo directamente.

Era absolutamente necesario el entrenamiento de los caballos y la utilización del carro en la guerra para poder defenderse frente a los adversarios, esto explica su éxito como deporte. El II milenio es especialmente guerrero, de invasiones crueles, de grandes movimientos de gentes.

Además de las carreras de carros, nos consta la existencia de otros deportes como el boxeo, la nataciñon, las carreras o la lucha, por inscripciones en bajorrelieves y figurillas.



EGIPTO

El deporte en el Antiguo Egipto ocupaba una parte importante del ocio de los jóvenes de la antigüedad, quedando reflejado en númerosos testimonios: decoraciones en tumbas, vasijas, ostraca, etc. Aunque algunas actividades (especialmente las artes marciales) estaban preferentemente reservadas a la aristocracia, parece que personas de todas las clases participaba en multitud de deportes. No existía ninguna competición de la importancia de los Juegos Olímpicos, aunque se disputaban competiciones (al menos de alguna disciplina concreta).
Deportistas egipcios.
Podemos relacionar algunas de estas actividades deportivas de la época con algunos deportes modernos, aunque a menudo tengan pocas cosas en común:
Atletismo: se practicaban carreras a pie. Una carrera de ida y vuelta, de unos 100 kilómetros de distancia, se disputaba entre Menfis y el oasis de El Fayum durante la dinastía XXV (siglo VII a. C.) Los corredores invertían cerca de 8 horas en realizar el trayecto.



Boxeo: una representación pictórica, en la tumba de Jeruef, muestra a seis boxeadores en posición de combate.

Carreras de carros: se disputaban carreras de carros.
Asalto con palo: este deporte de lucha era muy popular en el Antiguo Egipto. Se han hallado numerosas representaciones de esta actividad y varios de estos bastones se han encontrado en la tumba de Tutankamon.
Lucha: gran deporte del Egipto antiguo, la lucha está atestiguada por numerosas representaciones como las pinturas de Beni Hasan, pertenecientes a la época de las dinastías XI y XII (hacia el 2000 a. C.), los relieves de la calzada de la pirámide de Sahura (hacia el año 2500 a. C.) o la tumba de Ptahhotep en Saqqara (hacia el 2350 a. C.) y en las tumbas del nomarca Jnumhotep II y de Sesostris II.
Deportes acuáticos: también se disputaban deportes acuáticos en el Nilo.
Tiro con arco: era el deporte por excelencia de la época. Los arqueros recibían lingotes de cobre.

Algunos faraones fueron célebres por sus hazañas deportivas que aumentaban su aura y su dimensión divina, en particular Amenhotep II. En La civilisation de l'Egypte pharaonique (Arthaud 1965), François Daumas cuenta que un joven príncipe muy atlético, el futuro faraón, era capaz de tensar su arco de tal forma que «las flechas atravesaban totalmente salmones de cobre de seis centímetros de espesor; las puntas sobrepasaban el blanco veinte centímetros». Aficionado a los caballos, también participaba en competicioes de coche de caballos.
Los nobles practicaban la caza para divertise. La más peligrosa era la caza del hipopótamo. El faraón cazaba también leones, toros salvajes, antílopes: unos bajorrelieves de Medinet Habu representa así a Ramsés III, cazando sobre su carro.

CRETA:

Toda la información que puede extraerse de las fuentes para el estudio de la sociedad cretense nos confirma el alto valor que esta cultura otorgaba al cuerpo, a su desarrollo y sus valores. Se observa en todos los restos de sus construcciones, una gran preocupación por atender las necesidades corporales, por el cuidado del cuerpo, por su limpieza. Así todos estos aspectos fueron el motivo para que los cretenses desarrollaran avances constructivos como gabinetes de aseo con desagües muy bien canalizados; comodidades y estrategias constructivas para el bienestar corporal, como el alcantarillado y las instalaciones sanitarias, la iluminación y la ventilación. Estas circunstancias desde nuestra actual visión pueden quizás no alcanzar la significación que merecen, sino reflexionamos en cuanto que estos sofisticados y refinados logros constructivos tuvieron lugar en torno a los siglos XIX y XVIII antes de Cristo.

Otros muchos aspectos nos hablan de que la cultura cretense tenía en el cuerpo un importante centro de interés y de que se ocupaba cotidianamente de su cuidado, salud y desarrollo. Así, entre los diferentes oficios que esta sociedad había desarrollado, se contaba con mujeres que atendían los baños y así como con fabricantes de ungüentos destinados a la estética o quizás a los rituales en los que la atención al cuerpo y su aspecto tenía un especial valor.

La vida cretense era lo bastante lujosa como para que existieran orfebres que realizaban numerosísimas joyas y utensilios sofisticados, de una delicada sensibilidad, destinados al adorno corporal. La gran cantidad de joyas así como su calidad y los atuendos que las damas parecían lucir junto a ellas reflejan un lujo refinado en torno a la estética del cuerpo y una coquetería basada especialmente en el realce de los atributos corporales. Todo ello y ante la contemplación de las figuras corporales representadas en su arte con todos estos componentes, se muestran a nuestros ojos con un refinamiento y sofisticación que nos parecen increíblemente cercanos a las civilizaciones más modernas de occidente (ver Figura 3). Su orfebrería, su cerámica y múltiples aspectos que se derivan del estudio de sus objetos cotidianos arrojan un cuidado interés por la estética corporal y un gusto especial por resaltar sus atributos y valores. El disfrute a través de lo corporal es un aspecto que resalta de forma especial en esta civilización, objetivo de múltiples de sus construcciones, motivo de sus pinturas, de sus estatuillas, de su orfebrería.

Las necesidades primarias de esta sociedad estaban por lo general cubiertas sin el uso de la fuerza. El pan, el aceite y el vino eran bienes habituales. Sabemos de su cría de ovejas y cabras y de su consumo de queso.

Las pinturas al fresco que adornaron los corredores de sus palacios y habitaciones han ofrecido información de sus actividades físico-festivas. Abundan las figuras humanas de ambos sexos en desfiles y fiestas taurinas. Elegantes príncipes y damas vestidas con los más elegantes y ricos atavíos. Sus estatuillas y esculturas representan mujeres vestidas con ricas faldas de amplios y numerosos volantes, chaquetilla "torera" corta y ceñida que deja desnudos los senos (Ver figura 4). Sus representaciones femeninas son por lo general en conjunto, de gran atrevimiento y refinada coquetería que trasluce, como ya hemos apuntado con anterioridad, un gusto estético por resaltar las características y atributos corporales.



En sus pinturas se observa, como ya se ha citado, una ausencia total de representaciones bélicas y alusiones a temas de fuerza o de conquista, tan habituales en otros pueblos de la antigüedad. La actividad física realizada en la sociedad cretense debía estar únicamente relacionada con el ocio o con los ritos religiosos.

Con respecto al valor de lo corporal hay una confluencia y corroboración de todos los datos que podemos extraer a través de sus construcciones, sus pinturas, sus esculturas, su orfebrería...Así podemos afirmar que los valores físicos relativos al cultivo de la fuerza y la resistencia corporal no formaron parte de sus centros de interés. No se observa la existencia de una clase social que cultivase una actividad física en su función anatómico-funcional para uso en la defensa o en la conquista. Su estructura social no parece necesitar el uso de la fuerza ni la violencia, no parece tener ni necesitar una clase militar, que no está presente ni en sus tumbas ni en sus representaciones. El desarrollo de la fuerza corporal no estuvo presente ni valorado, ni formó parte de los intereses corporales que motivaron su cultura física (sus actividades físicas).

Así, cuando el cuerpo del hombre es representado no se acentúan los rasgos de dureza, de agresividad o fortaleza violenta o atemorizante; rasgo muy frecuente en muchas otras culturas entre el tercer y segundo milenio antes de Cristo. En la representación de las figuras humanas hay un equilibrio de proporciones que trasmite una sociedad con los valores de lo corporal bien presentes y con una cultura física desarrollada e importante; pero su escala de valores está más relacionada con la estética, la agilidad y el movimiento que con la fuerza y el desarrollo de la resistencia.

Coincidiendo con nosotros en los mismos aspectos, Petit expresa en estos términos los aspectos que observa del análisis de los cuerpos representados por los artistas cretenses:

"Los individuos son de baja estatura, lampiños, de talle muy fino y de una gran ligereza, lo que les predispone a los deportes de agilidad. Las mujeres cuyo vestido complicado y de líneas modernas, de corpiño escotado, y falta de volantes, afina aún más su talle, son coquetas y van cubiertas de joyas; con los senos descubiertos aparecen sólo en las estatuillas votivas y ello debe tener un valor religioso". (Petit, 1991:59)

La cerámica y las múltiples piezas de orfebrería de esta avanzada civilización, algunas de las cuales reflejan un alto grado de evolución cultural, contienen decoraciones en relieve que reproducen escenas de juegos de toros, conseguidas con un vigor y expresión inimitables. En gran número de piezas, a veces de reducido tamaño y sofisticación, se puede observar el interés que la civilización cretense mostró por el vigor no agresivo, el desarrollo corporal no violento y la habilidad en el movimiento.


3. Otras actividades físicas realizadas por los cretenses

Además de los juegos taurinos el arte cretense ofrece información amplia de otras actividades físicas presentes en la vida de esta singular cultura. Hay múltiples representaciones que nos llevan a afirmar la práctica de danzas por parte de los cretenses. Las representaciones que de ella se han encontrado en sus objetos de arte y orfebrería nos llevan a suponer que de forma casi exclusiva debía realizarse por las mujeres y su carácter debía ser ceremonial y religioso. Entre sus testimonios, podemos citar una pintura de Knosos en la que la danza se realiza en un campo de olivos y ante espectadores. Llama nuestra atención por su belleza la representación de una danza calificada como "cúltica sagrada" por Vassilakis (S/f: 117) que puede verse en el Museo de Herakleion en una sortija de oro que representa cuatro mujeres que danzan con los brazos extendidos, en un ambiente campestre y que llevan unas largas faldas con múltiples volantes y adornos (figura 5). Una pequeña escultura de terracota procedente de una tumba de Kamilari representa otra danza en la que cuatro figuras cogidas por los brazos danzan en círculo que se ha relacionado con el culto a los muertos, aunque ya datada en la época postpalatina (1450-1.100 a.C.) (Vassilakis: 106).



En el repertorio de representaciones de actividades físicas en las pinturas se extienden desde los citados juegos acrobáticos a escenas de caza de animales salvajes y aves así como escenas de pesca.
Mandell (1986:29) señala la existencia entre los cretenses de "ciertos tipos de danzas probablemente de carácter competitivo", así como la práctica de un boxeo poco agresivo, que fundamenta en la pintura al fresco encontrada en Thera, (Figura 6), sin apuntar o hacer deducción alguna en cuanto a la función que podían desempeñar esas actividades en el conjunto de la cultura.

Los autores más tradicionales de la Historia del Deporte aceptan la existencia de un pugilato cretense, que tanto Mandell como Diem, y más modernamente en nuestro país, Rodríguez López, califican de "deporte". Como prueba de su práctica se hace alusión como única fuente, al ya citado y famoso fresco encontrado en Thera, en la isla volcánica de Santorín. En él se ha querido ver tradicionalmente representados a dos niños "pugilistas", afirmando que lo que llevan puesto en uno de sus brazos es un guante de boxeo. Se ha interpretado que ello era debido a que sólo podían golpear reglamentariamente con uno de los brazos, mientras que el otro servía para esquivar los golpes. Los chicos no llevan ni casco ni ninguna prenda que proteja ninguna parte de su cuerpo, por lo que claramente no parece que el "enfrentamiento" pudiera causarles la más mínima lesión, ya que la única indumentaria representada sobre sus cuerpos es un ancho cinturón.

Hasta ahora nadie ha mencionado que este juego o actividad en la que se enfrentan dos participantes, puede estar igualmente representado y tener relación directa con la misma actividad que se representa en otra serie de siluetas en actitud semejante pertenecientes a la "edad oscura" (VV.AA. 1992:49) (Figura 7)

Personalmente la interpretación como "boxeo" del confrontamiento representado en Thera, nos parece una suposición que por sus connotaciones agresivas está en poca consonancia con la realidad cretense. La observación de la representación del "juego" de estos niños no evidencia ningún tipo de agresividad, ni violencia, ni de uso de fuerza en el hipotético combate que mantienen. Ver en ello "boxeo" nos parece una suposición que está en consonancia con unas premisas excesivamente marcadas por nuestra civilización contemporánea. Podríamos aceptar el término "boxeo", tan solo por la falta de otra palabra actual que sirva para designar un juego entre dos, frente a frente, que no implica el menor uso de violencia, para el que sus participantes no precisan la menor protección, ni reflejan la más mínima agresividad en su realización. Quizás habría que analizar el fresco de Thera en conjunto con las figuras ya citadas de la designada como "edad oscura" (VV.AA., 1992:49). Pero es significativo que el fresco de Thera sea la única representación que se encuentra de este "deporte" cretense en los restos que arroja su arqueología.



Para los autores ya citados confirma la práctica del pugilato entre los cretenses la existencia de otra representación que de él se ha encontrado en una jarra de esteatita conocida como "el ritón de Aghia Triada", en el se ha querido ver a boxeadores. Sin embargo, esta representación se encuentra sobre un objeto cuya datación no confirma, desde nuestro punto de vista, la práctica del boxeo entre los cretenses, ya que corresponde al periodo calificado por Vassilakis como postpalatino (1.450-1.100 a.C.) que se inicia después de la destrucción de los llamados "segundos palacios". Esta destrucción de la mayor parte de las grandes construcciones cretenses se ha relacionado con "un acto de hostilidad" proveniente del continente. Y así, este periodo evidencia en el arte, en las representaciones y en los cambios culturales ya la presencia micénica. Por tanto, la representación de las actividades de combate que se pueden ver en este ritón se debe, desde nuestro punto de vista, sin duda a la influencia en aquella cultura de costumbres y formas debidas a necesidades y hábitos diferentes a los originariamente cretenses y provenientes de los griegos continentales. La escena representada en este ritón no supondría una excepción cretense que hable de actividades físicas relacionadas con la agresividad, la violencia y las penalidades físicas ya que su datación y circunstancias son consecuencia de la presencia micénica, donde los valores y premisas originales cretenses ya habían o estaban siendo trastocados por los valores foráneos de los invasores hablantes de lengua griega y procedentes de la Grecia continental. Por tanto esta segunda fuente que representa boxeo o lucha, ya no es una base que aporte información sobre las actividades físicas que realizaban los antiguos cretenses.

ROMA:



EL JUEGO DEPORTIVO EN LA ANTIGUA ROMA. Las fuentes directas para el estudio del deporte romano son escasas ya que se carecen de descripciones completas y críticas de contemporáneos sobre la vida deportiva romana, por lo que hay que acudir a fuentes indirectas como son las observaciones casuales, oradores, poetas o historiadores de la época imperial, así como vestigios arqueológicos en los restos de las instalaciones deportivas u otros vestigios artísticos dentro del campo de la escultura, pintura y cerámica. Este hecho es totalmente diferente a lo que hemos visto en el estudio del deporte griego, donde las descripciones y divagaciones sobre el deporte y su forma de concebirlo son amplias. Esta forma de tratar al deporte no hace sino poner de manifiesto las diferencias existentes en la forma de entenderlo entre una cultura y la otra. Si en Grecia el deporte es considerado como algo vital, un deber del ciudadano, esencial en la formación del hombre, una actividad agonística en si misma para la propia superación de creación humana, en Roma el deporte se aleja de este sentido humanista acercándose a otro diametralmente opuesto.

En Roma el deporte será un elemento entendido sobre todo como una diversión social, concibiéndolo como espectáculo público por y para el Estado. Será un elemento que se utiliza para manipular a las masas y donde la competición entendida como triunfo externo y la especialización materialista del deporte se imponen. Frente al atleta griego, hombre libre que busca la perfección moral, el deportista romano es mayoritariamente mercenario, esclavo o reo de muerte; frente a la regulación deportiva griega nos encontramos con una Roma donde no hay ningún afán por respetar las normas; frente al fundamento del deporte griego, el atletismo puro, el fundamento del deporte romano será la equitación en el circo y los combates de gladiadores en el anfiteatro. Este sentido manipulador, competitivo, especulativo y especialista del deporte se ve incrementado conforme avanza la propia historia del imperio, llegando a degenerar en espectáculos y formas de diversión carentes de todo sentido ético y que no hace sino reflejar el nivel moral de la sociedad romana, de un imperio en transición de creencias ideológicas, latentes entre el paganismo y el cristianismo, donde se viven momentos de vacío ideológico que serán fácilmente visibles en esos aberrantes movimientos de masas y diversiones en los que se han convertido las formas deportivas. El deporte romano no hará sino reflejar la concepción general de la cultura romana, utilitaria y pragmática. Aunque ha bebido de las fuentes griegas ha forjado sus propias formas que sólo externamente similares a las griegas, y son éstas las que se transmiten a occidente conformando las bases o principios de nuestra cultura. El deporte romano se fue imponiendo sobre todo el ámbito cultural mediterráneo y se impuso al griego una vez que este es asimilado por Roma, quedando así reflejado en el profesionalismo alcanzado durante la última etapa olímpica. La expansión de las formas deportivas romanas por el mediterráneo fue entendida por muchos emperadores como un medio para conseguir la pacificación y la romanización de éste. Siguiendo a Suetonio en su biografía, donde recogía todo lo que tenía relación con los juegos y espectáculos, y en sus tres libros sobre los juegos "La ludicra historia", textos que recogen un catálogo sobre los espectáculos y juegos públicos entre los romanos, el origen de los juegos romanos estarían en los Ludi, pueblo procedente de Asia que se asienta en la región de Etruria y donde establecen los espectáculos con motivos religiosos. Con los etruscos no solamente llegó a Roma el alfabeto y el arte de la escritura sino también sus templos y las representaciones antropomórficas de los dioses que a su vez ellos habían recibido de los griegos. Eran etruscas las corporaciones de artesanos que trabajaban el metal, el cuero, la lana y las industrias del vestido. Para nuestro estudio es interesante resaltar que eran etruscas las asociaciones que se ocupaban del ocio, como flautistas, danzarines o histriones. También fue un invento etrusco los juegos gladiadores de origen religioso en sus orígenes (509 a.C., expulsión del último rey etrusco e inicio de la República).

Información de esta publicación extraída de las siguientes fuentes:
- Aborígenes australianos y esquimales: apuntes facilitados por el profesor.
- Mesopotamia:página de internet con el siguiente enlace http://paseandohistoria.blogspot.com/2009/10/el-deporte-en-mesopotamia.html
- Egipto: página de internet con el siguiente enlace http://es.wikipedia.org/wiki/Deporte_en_el_Antiguo_Egipto
- Creta: página de internet con el siguiente enlace http://www.efdeportes.com/efd62/creta.htm
- Roma: página de internet con el siguiente enlace http://www.museodeljuego.org/contenidos.asp?contenido_id=56
FECHA DE CONSULTA: 9-05-10